Sacrifiqué en el fango
la palabra amor
devoré su último aliento
y con la sangre de la palabra
te llamo, para que conmigo,
en esta noche sola
vuelvas de nuevo.
La poesía bebe de tus cavernas,
donde mi vida en una larga tregua,
vive la orgía de tu vida
y ahora contigo
en el otro lado de la distancia te recojo,
pedazo a pedazo recojo el pasado
y lo transmuto y lo visto de nuevo.
Ya te quiero
eres otra vez la espuma y el río
nuevamente tus manos
ninfas que corren por mi piel.
Ya te veo y río. No me duele el pasado,
ya se ha ido. Tus ojos están disfrazados
de ingenua vehemencia. Tu cuerpo,
la nutria de mis dedos. Tu palabra,
un bosque donde transitan
los espíritus juguetones
de todos los tiempos.
Aquí te tengo
y mi palabra ya no sangra
frente a mi
nada más perfecto,
pero la ilusión que me atrapa
como lubricante néctar
se va y te vas
y no te alcanzo
y veo en el fango
la palabra amor agonizando.
miércoles, 29 de abril de 2009
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